Por ActionCOACH René Ribas
El emprendimiento requiere dedicación, enfoque, planificación y una dosis considerable de flexibilidad e información para sobrevivir en una economía inestable como la de Brasil. Lo que casi nadie comenta son los dilemas y retos personales a los que se enfrenta el emprendedor tras tomar la decisión de ser su propio jefe.
Tener conocimientos técnicos sobre el segmento en el que buscas emprender no es el único requisito previo para convertirte en un emprendedor exitoso. Un ingeniero puede ser excelente desarrollando proyectos y creando novedades. Sin embargo, al asumir el rol de propietario de una empresa constructora, por ejemplo, en lugar de calcular áreas, espacios, dimensiones, deberá aprender a calcular impuestos, organizar hojas de cálculo y administrar personas. Y si decide invertir en otra zona, los requisitos serán similares.
En este nuevo rol, es común que surjan miedos, inseguridades e incluso un sentimiento de desánimo. El lado alentador de la historia es que, así como el ingeniero adquiere conocimientos en la universidad, el emprendedor también tiene un lugar donde buscar aprendizajes y una formación adecuada para este nuevo momento de su carrera. Y rodéate de personas que puedan llenar los vacíos necesarios. Pueden ser empleados, mentores, consultores u otros profesionales, que aportarán conocimiento, directa o indirectamente, al trabajo de la empresa.
Al cambiar el rol de empleado y asumir el rol de dueño del propio negocio, la jornada laboral no termina a las 18:00 horas. Por mucho que la vida empresarial ofrezca cierta flexibilidad y la ausencia de un jefe, el empresario debe rendir cuentas a sus clientes. Si no entrega el producto o servicio propuesto, puede ser reemplazado en cualquier momento.
Estos son algunos de los dilemas y desafíos de los que es consciente el emprendedor, cuando “está al otro lado del mostrador”, para usar una expresión muy popular.
Ser dueño de su propio negocio, jefe y líder requiere madurez empresarial. Y un emprendedor que está en busca del éxito necesita tener, o desarrollar, tres formas de ver su negocio. Mira cuáles son:
En la práctica, lo que se puede ver en el mundo empresarial es que sobreviven aquellos emprendedores que logran encontrar el equilibrio adecuado entre todas estas formas de ver el mercado y su propia empresa. En el negocio ideal, la “dosis” adecuada debería ser: 10% visión técnica, 20% gerencial y 70% empresarial. Este escenario es el que corresponde a una mayor madurez empresarial.
El trabajo del coach empresarial es precisamente ese, ayudar al emprendedor a entender cuál es su realidad y poder hacer los ajustes necesarios, para continuar con su negocio, de manera productiva y feliz.
En ActionCOACH trabajamos con empresas de los más diversos segmentos y con diferentes niveles de madurez empresarial. Nuestra especialidad es apoyar a los emprendedores a construir un negocio rentable y rentable que no dependa de ellos en las operaciones. De esta forma, garantizamos el aumento de la rentabilidad, la valoración de la empresa y la mejora de la calidad de vida del emprendedor.