Por ActionCOACH Pepe Villacis
¿Es factible liderar eficazmente basado en dos conceptos que aparentemente son opuestos: responsabilidad orientada a resultados y compasión?
A todos nos queda claro que las organizaciones empresariales están para lograr resultados y la responsabilidad de todo líder debe de estar enfocada a eso y nada más que a eso. Sin embargo, ¿realmente esto será lo adecuado para, en efecto, conseguir resultados?
Según The Lead Change Group, que es una comunidad global de líderes interesada en conectarse, compartir y colaborar en y sobre todos aquellos aspectos relacionados al liderazgo, el liderazgo moderno puede ser una combinación de esos dos aspectos: responsabilidad orientada a resultados y compasión.
Al leer ”responsabilidad orientada a resultados” todo empresario estará totalmente de acuerdo, pero al leer ”compasión”, más de un ejecutivo fruncirá el entrecejo ya que si algo nos han enseñado en el medio empresarial es a ser implacables en la consecución de resultados; la piedad no nos debe de obstaculizar para llegar a los logros prefijados. Si analizamos las diferentes mecánicas que nos orientan a resultados (administración por objetivos, sistemas de calidad total, balanced score card o tablero de comando integral) en ninguna parte encontraremos el concepto ”compasión”. Aún más, la compasión –en el mundo empresarial– está ligada a debilidad y eventualmente hasta a pusilanimidad.
Como humanos, en la vida real, interactuaremos con personas que nos caerán bien e inmediatamente nos relacionaremos con ellos y gozaremos de dicha relación. Habrá otras personas a las que no comprenderemos bien a bien. Y habrá otras personas con las que nuestra relación será espinosa, molesta e inclusive repulsiva para nosotros.
Evidentemente que como humanos preferimos trabajar con el primer grupo de personas, las que nos caen bien, la gente bonita para nosotros. Sin embargo, como líderes, nuestro trabajo será el laborar con la gente ‘bonita’, la gente ‘neutra’ y la gente ‘fea’, indistintamente, ya que obtendremos desempeños que cubran todo el abanico de posibilidades, independientemente del grupo al que pertenezcan.
Hacer esto no es fácil. Es más tentador circunscribirnos a exigir resultados a la gente que nos cae mal y ser permisivos con la gente que nos cae bien. El hacer esto traerá consecuencias ya que si aplicamos compasión sin responsabilidad orientada a resultados impulsaremos una anarquía en nuestra organización y si aplicamos responsabilidad orientada a resultados sin compasión impulsaremos una rigidez y falta de comprensión ante lo imperfecto de nuestra naturaleza humana.
Todavía tenemos una posibilidad más: cambiar de una a otra sin ton ni son, sin congruencia y dependiendo subjetivamente de nuestra preferencia con la gente; al hacer esto terminaremos por ser jefes inconsistentes, inequitativos, poco claros y para nada seremos líderes.
Como líderes tendremos que evitar el ser compasivos al grado tal de caer en la complacencia en temas donde debemos de ser firmes y en otras ocasiones tendremos que evitar el estar tan enfocados en los resultados que omitamos el investigar, entender y comprender el por qué algo sucedió o no sucedió.
Compasión + Responsabilidad enfocada a resultados:
Dos OPUESTOS que cuando son combinados se convierten en la visión de cualquiera que busque liderar al más alto nivel.
Dos ACCIONES que cuando son balanceadas nos ayudan a lograr justicia, amor, piedad y humildad.
¿Cómo actúan los líderes compasivos que obtienen resultados en empresas de muy alto desempeño?
Para ser “compasivos” los directivos deben, pues, primero conocerse y entenderse a sí mismos y a sus fallos para ser conscientes de cómo están ejerciendo el poder y sus consecuencias, ya que va a intervenir directamente en su capacidad de liderazgo eficaz y les va a permitir dejar un legado que va más allá de los resultados económicos al contribuir a que los profesionales a su cargo desarrollen plenamente su potencial.
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