Por el ActionCOACH José Luis González
En mi experiencia trabajando con empresas en el proceso de coaching empresarial, esta es quizás una de las ineficiencias que más me sorprendieron. Me sorprende por el efecto negativo que tiene y al mismo tiempo porque empresarios y directivos lo ven como algo normal en el día a día de la empresa. Se convierte en un bucle peligroso al que se le da absoluta normalidad.
Por eso he seguido estudiando este fenómeno, que causa graves perjuicios a las empresas por la enorme caída de la productividad y el aumento del estrés en los equipos, con el objetivo de poder aportar fórmulas básicas y sencillas que ayuden a evitar las molestias asociadas.
Al trabajar para mejorar el uso del tiempo, puede haber una mejora sustancial en la productividad y, lo que es más importante, una reducción en los niveles de estrés. Puede reducir el uso de la frase “Hoy no hice nada”, y el sentimiento de desánimo que la acompaña. Puede reducir la necesidad de quedarse en la oficina después de las 6:00 p. m. solo para tener un poco de paz y tranquilidad y poder deshacerse de las tareas restantes.
Estas prácticas generan ansiedad, la cual se acumula día a día y hace que traslademos nuestro malestar al entorno familiar, generando un ambiente hostil con consecuencias a mediano plazo para la familia y la estabilidad emocional del individuo. Si conseguimos la sensación contraria, los empleados volverán al día siguiente más lúcidos y relajados, repercutiendo en una mejora de la productividad.
He visto los efectos que tiene una buena gestión del tiempo en la mejora del clima laboral, la competitividad y el crecimiento de la empresa. Las empresas más productivas que he visto son aquellas en las que los ejecutivos pasan la mitad del día operando y la otra mitad en estrategia y mejora. Este es el resultado de una buena gestión del tiempo y la conciencia del uso adecuado del tiempo. Este es un factor clave que marca la diferencia entre empresas eficientes e ineficientes.
Para confirmar y corroborar los malos resultados que he observado en mi gestión del día a día como coach empresarial, realicé una encuesta a 1.458 empresarios y directivos de diferentes sectores de actividad para analizar el uso del tiempo y lo que llamo “digital cáncer”, que no es más que el daño que el mal uso de las nuevas tecnologías está causando en la productividad de las personas.
Las preguntas fueron las siguientes:
• ¿Cuántas horas al día pasa hablando por teléfono?
• ¿Tiene una ventana emergente en su computadora que le avisa cuando llegan los correos electrónicos?
• ¿Tiene correo electrónico y otras notificaciones de redes sociales en su teléfono celular?
• ¿Cuántas veces al día es interrumpido por sus compañeros en su actividad, provocándole una distracción?
• ¿Qué opinas de las reuniones de trabajo?
Una vez que se implementan las medidas correctivas para evitar estas pérdidas de productividad, las empresas pueden lograr un gran progreso y los empleados pueden comenzar a disfrutar de menos estrés y una mayor motivación. Las tendencias preocupantes pueden reducirse drásticamente.
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