Por ActionCOACH Beatriz Galván
El último trimestre del año es una etapa crítica para los dueños de negocios. Con el cierre del año la presión por cumplir con los objetivos anuales, es esencial que tu empresa opere con la máxima eficiencia. Una de las estrategias más poderosas para asegurar que tu negocio termine el año en la mejor forma posible es el apalancamiento.
Durante el último trimestre del año, el apalancamiento cobra especial relevancia. Es la oportunidad perfecta para revisar y ajustar los sistemas internos, asegurando que cada aspecto de tu negocio esté alineado y trabajando hacia el mismo objetivo: cerrar el año con un crecimiento sólido y preparado para el próximo.
Imaginemos a un dueño de negocio que dirige una empresa de servicios B2B. Su equipo está compuesto por varios consultores que manejan múltiples clientes, cada uno con necesidades diferentes. A medida que se acerca el final del año, este empresario se da cuenta de que su equipo está al máximo de su capacidad y que no puede asumir más clientes sin sacrificar la calidad del servicio.
En lugar de contratar más personal, lo que incrementaría los costos fijos de la empresa, el dueño decide implementar una estrategia de apalancamiento. Identifica que algunos de los procesos que su equipo realiza repetidamente, como la recopilación de datos y la creación de informes, pueden ser automatizados utilizando una herramienta de software. Esta herramienta, aunque representa una inversión inicial, permite a su equipo liberar tiempo valioso que puede ser redirigido hacia actividades que realmente agregan valor a los clientes.
Además, el empresario decide estandarizar ciertos procesos dentro de su equipo, asegurándose de que todos los consultores sigan un enfoque uniforme al trabajar con clientes. Esto no solo mejora la eficiencia, sino que también facilita la capacitación de nuevos miembros del equipo en el futuro, permitiendo que la empresa crezca sin los típicos dolores de cabeza asociados a la expansión.
El resultado de esta estrategia de apalancamiento es que la empresa puede asumir más clientes, mejorar la calidad del servicio y, al mismo tiempo, mantener los costos bajo control. Para el final del año, no solo han alcanzado sus objetivos, sino que están en una posición más sólida para comenzar el próximo año con una base aún más eficiente.
En lugar de simplemente añadir más trabajo o más personas, se trata de optimizar y maximizar lo que ya está funcionando en el negocio. Implementar estrategias de apalancamiento durante el último trimestre del año puede ser la diferencia entre simplemente sobrevivir o prosperar cuando llegue el nuevo año.
Al identificar áreas donde los procesos pueden ser optimizados, automatizados o estandarizados, los dueños de negocios pueden liberar tiempo y recursos para enfocarse en lo que realmente importa: crecer su negocio de manera sostenible y eficiente.
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